viernes, 29 de julio de 2016

First Dates

Como es usual, en verano la parrilla televisiva se queda llena de mierdas varias. Bueno, qué tontería, igual que el resto del año.
El caso es que desde hace un tiempo, hay un programa llamado "First Dates", que como su nombre indica, es un programa de primeras citas, a ciegas. Chic@ conoce chic@, se sientan a comer, muestran su mejor cara, alardean de ser fieles, deportistas y amigos de sus amigos, se muestran maravillosos, y al final el programa les pregunta si quieren una segunda cita (ya por su cuenta) o no.


Hasta aquí, todo normal. Nada que no se lleve haciendo años a través de internet, sólo que ahora es televisado, como todo.
Pues bien. Después de ver varios programas, mi concepto del ser humano en edad de merecer o sin ella, si ya era poco alentador, ha dejado de serlo por completo.

Por la puerta del romántico restaurante entran toda clase de especímenes, de todas y cada una de las tribus urbanas y étnias sexuales. Desde marujas puretonas que llevan 15 años separadas sin conocer varón, musculitos que alardean de vivir por y para el gimnasio, ordinarias cargadas de complementos y vestidos de 7 tallas menos, hombres mayores buscando quien les planche los pantalones a cambio de romanticismo, frikis de todas clases, y hasta chic@s de 19 años, ¡¡19 AÑOS!! que dicen no haber tenido suerte en el amor, y acuden al programa a encontrar el amor de su vida. Toma ya!


Si con 19 años ya han tenido las suficientes experiencias amorosas como para tener que acudir a la tele a la desesperada, es porque algo va mal. Bueno, lo raro es que algo fuese bien, tal y como va el mundo...

Llegan todas ilusionadas, esperando encontrar a un hombre sincero, detallista, cariñoso, romántico, trabajador, ingenioso, simpático, culto, fiel, generoso, que se cuide pero sin exagerar, que tenga sus mismos gustos, que sepa entenderla, que la escuche, moreno, alto y con los ojos verdes...

Ellos en cambio, buscan a una mujer activa, cariñosa, atenta, inteligente, con un buen par de tetas, rubia y con ojos azules. Con eso les basta.

Pero... Qué se cree esta gente?? Que por estar en un restaurante, se puede pedir una pareja "a la carta"?...
Si después de tener decenas de relaciones, no han conseguido encontrar quien reúna todos esos requisitos, es simplemente PORQUE NO EXISTE!!! No es posible que tanta virtud se de en una misma persona!! Y por eso aún no la habéis encontrado!
Madre mía con los listones... 


Hombres infieles, vagos, desagradecidos, descuidados, que ni te escuchan ni te entienden, bajitos y con los ojos marrones.
Mujeres dominantas, celosas, ariscas, interesadas, gritonas, coñazos, teñidas y con los ojos marrones.

Eso es lo que tod@s dicen no querer.
Y-eso-es-precisamente-lo-que-hay.

Pero tod@s piden un milagro. Tod@s esperan encontrar a alguien que tenga todas las cualidades que enumeran cual lista de la compra.
Madre mía, qué pena da ver a tantísima gente, lo mismo de 19 que de 67 años, manteniendo la ilusión de encontrar al amor de su vida. Si, pena. Porque se van a morir sin haberlo encontrado. Porque lo que buscan no es amor, es su ideal de pareja perfecta, y eso, no existe.

Si se limitaran o limitasen a querer a alguien compatible con ell@s, independientemente del grosor de la cartera o el diámetro pectoral, cabría la posibilidad de que lo encontraran o encontrasen. Pero por dios! Con tanto requisito que ponen, me parece a mí que no van a tener suerte.
Demasiada tontería es lo que hay... Y le llaman "amor" a eso...


Señoras de 56 años que rechazan a caballeros educados,"porque no ha habido chispa". Niñatas con piercings por todos lados que rechazan al chico que les tocó, porque la camisa que lleva no les gusta. Cuarentonas finas y bien vestidas que le dan una segunda cita al chico más feo que picio porque es empresario, aunque no hayan tenido feeling.

A ver... A qué habéis ido al programa? ¿A buscar "el amor"?, ¿A buscar a quien os mantenga?, ¿O a alguien a quien pasear?
Centrémonos por favor. Y aclaremos conceptos.

Todos son iguales. Todas son iguales. Todos se quejan de su mala suerte en el amor. Todos esperan encontrar a alguien perfecto. La verdad, no sabéis lo que me alegro de haberme dado de baja del tema... Puff!! Pereza máxima!!


Y un dato curioso. Al final de la cena, les toca pagar. Normalmente, como no se han gustado, cada uno se paga lo suyo, a no ser que el caballero quiera quedar como tal y en un alarde de caballerosidad, invite a la chica. Pues bien, absolutamente TODAS las chicas que van a ser invitadas, ponen la misma cara de asombro y tienen la misma reacción. "Ohhhhh, ¿¿ Siiii?????, ¿¿¿ De verdad???? Pues muchas gracias!!"

Me consuela comprobar que no soy la única a la que le parece raro que un hombre invite. Bueno, a mi me seguirá pareciendo raro hasta que me muera, pero el ver que es una costumbre arraigada en esta sociedad, me tranquiliza. Eh! que no digo yo (precisamente) que los tíos tengan que invitar a las tías, ni mucho menos, pero que raro, es. Y también las hay que los invitan a ellos, y es muchísimo más raro, ojo.


Total, que este programa no deja de ser un escaparate más para que musculitos y siliconadas se exhiban con la esperanza de ser contratados por alguna discoteca de pueblo, o suba su caché como profesionales del sector. Y para puretas solitarios/as que necesitan pareja a toda costa. Porque sino, a ver quién coño va a salir en la tele contando lo mal que le ha ido en el sobrevalorado "amor", y arriesgándose a tener que cenar con cualquiera. Eso sí, los que van más calientes que la moto de un hippi, cuando les preguntan que si van a tener una segunda cita, se pegan un morreo y se van de la mano. Y eso, eso tampoco es "amor".

Cuánta desesperación hay en el mundo!! y cuánta tontería.
El amor no se busca, igual que la suerte o la salud. Si te llega, te llega, pero no por mucho buscarlo lo vas a encontrar. Puedes encontrar otras muchas cosas, pero amor, no.

El fin del mundo se acerca, lo llevo diciendo un tiempo, y con espectáculos como este (además de los temas políticos, terroristas, etc, etc), donde el ser humano da "lo mejor" de sí mismo, está más que claro que el planeta debe explotar cuanto antes y que esto empiece de cero.
Y sálvese quien pueda!

Ya escribí un post sobre el amor en la televisión, aquí está por si no lo has leido y te apetece...

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martes, 12 de julio de 2016

Esos hombres...

Esos hombres que te atraen sin saber por qué.
Esos que te crees que son el que estabas esperando.
Esos hombres que te despiertan las ganas de vivir.
Los que te devuelven la sonrisa a la cara, y las ganas de ponerte guapa.


Esos que entran sigilosamente en tu vida, casi sin que te des cuenta.

Esos hombres con los que sales de nuevo a ver mundo.
Esos con los que vas de la mano, como cuando eras joven.
Esos a los que dejas entrar sin preguntar mucho.

Esos hombres en los que pones tantas ilusiones.

Esos que parecen lo que no son.
Esos a los que no les quieres ver defectos, pero sabes que los tienen.
Esos mismos a los que, si los conocieras bien, no te acercarías.



Esos hombres que hablan mal de su ex para darte pena.

Esos mismos que la engañaban para estar contigo.
Esos que saben cómo somos las mujeres y juegan con nosotras.
Esos que no tienen respeto por nada ni por nadie.

Esos hombres que lo llevan todo planeado, y tú no te das cuenta.

Los que parecen desvalidos, los que hacen creer que te necesitan.
Los que te ciegan de amor sin mover un dedo.
Esos hombres que a cambio de todo, nunca te dan nada.

Esos hombres con buen ojo que siempre dan con la que tiene peor ojo.
Los que no van a por la que le gusta, sino a por la que pueden engañar.
Esos sin escrúpulos a los que sólo les importa tener lo que necesitan sin tener que buscar mucho.
A los que no les importa lo que necesites tú.



Esos hombres que se acostumbran a "aquí me las paguen todas".

Los que no hacen nada por sí mismos.
Los que no hacen nada por nadie más.
Los que se limitan a respirar el aire y chupar la energía de otros.

Esos hombres que no son hombres.

Esos que mienten hasta por lo más mínimo, sin necesidad.
Los que teniendo cara de buenos, están salvados de toda sospecha.
Esos hombres que un día, te das cuenta de que no son lo que prometían.



Esos que no tienen amigos por no tener que cuidarlos.

Esos que aún teniendo sólo uno, lo tratan mal.
Esos que nunca hablan bien de nadie.
Esos que se creen que los demás somos idiotas.

Esos que cuando se ven descubiertos, empiezan a echar la caña en otros lares.

Esos hombres a los que cuando les cortas el chorro, dejas de interesarles.
Esos que jamás te dijeron "te quiero".
Esos que jamás debiste creer, porque siempre te mintieron.

Esos que sólo piensan en tener donde beber cerveza y comer queso.

Los que sólo quieren tener donde meter eso.
Esos a los que les da igual quién y cómo seas.
Esos que te usan y te manosean.
Y luego, si te he visto, no me acuerdo.


Esos que, mientras anden ellos calientes, ríanse las gentes...
Esos que están tan solos que necesitan de otras mentes que los entretengan.
Esos hombres que no tienen pasado, presente ni futuro.
Esos hombres que por no moverse, no valen un duro.

Y es que muchas veces, las mujeres tenemos la culpa de que nos engañen. Sí.

Quizá por la necesidad de afecto, de cariño, vaya usted a saber por qué...
El caso es que nos deslumbramos con el primero que parece que se adapta mínimamente a lo que creemos necesitar en un hombre, y ahí es cuando empezamos a perder.

Hay muchos hombres buenos, más de los que quiero creer.

Pero también hay muchísimos hombres malos, interesados, aprovechados, falsos y mentirosos. Muchos. Y tengo pruebas.

Y nosotras nos damos cuenta de que ciertas cosas que hacen, no deberíamos dejarlas pasar, pero las dejamos pasar. Una, dos, tres veces... Y todas las que hagan falta, porque hemos idealizado a ese individuo que ahora ocupa la mitad de nuestra lavadora, y no queremos reconocer que nos hemos equivocado, y que, ni por asomo, es lo que en un principio parecía ser.

Pero no somos capaces de parar la farsa. Ya nos hemos encariñado, o enamorado, o ninguna de las dos cosas, pero nos da pena. Porque estos individuos saben muy bien cómo dar pena.


Quizá hablándote de lo mal que lo trató la ex, quizá lamentándose por no tener trabajo, por la mala suerte que ha tenido en la vida...
Oh! Pobre de mí!

Y sin que te des cuenta, estás accediendo a un chantaje emocional de primer grado. Pasas, sin saber cómo, de creer que estás enamorada, a cuidarle y ser quien le hace la colada.



Pasas en un segundo de ser su novia a ser quien le da cobijo.

Y eso no es lo que creíste haber encontrado en un principio.
Eso, no es amor. Eso es un engaño.
Y te sientes mal, te sientes traicionada, te sientes TONTA.

Y te cuesta decirle que se levante de tu sofá y se largue, porque estás cansada de dar y dar, mientras él no te da nada de lo que empezó pareciendo que te daría. En cambio, tú le has dado mucho más de lo que en un principio pensabas darle.


Una vez más, has hecho el tonto, te has dejado engañar. Y lo peor de todo, es que desde el principio viste detalles que te avisaron de que ese tipo no te quería, ni siquiera te había elegido para ser su compañera de viaje. Simplemente vió en tí alguien a quien engañar fácilmente y con quien poder saciar sus necesidades más básicas.




Y cuando por fin le pones la maleta en la calle, ya hay otra por ahí ilusionada con haber encontrado a alguien especial...

Pero el tiempo lo pone todo en su sitio, y pronto llega el día en que esta también se da cuenta de sus interesadas intenciones, se desilusiona, se lo quita de encima (con mucho trabajo), y vuelta a empezar.

Hay hombres que no son hombres.

Hay individuos que se dedican a seducir a una mujer, a vivir a costa de ella y hacerle creer lo que no es.
De cualquier mujer, les guste o no, con la única y exclusiva intención de tener donde meter.

Es lo que tiene estar tan solo, que la vida es muy aburrida y a alguien tienes que engañar para, por lo menos, salir a pasear y hartarte de cervezas pagadas.




A vosotras os digo: No dejéis pasar NADA que no veáis normal. Si tiene salidas de tono sin motivo, o se compra un móvil el mismo día que se va a vivir a tu casa, después de decirte que no tiene dinero para colaborar con los gastos, SOSPECHA MUJER!!


A vosotros os digo: Tranquilos, ya os queda poco para envejecer y moriros solos, habiendo dejado en muuuuucha gente un recuerdo de mierda.

Enhorabuena, es difícil hacerlo tan rematadamente MAL.
Y gracias por enseñarnos tanto sobre los hombres ;)
Y no olvidéis, "Dios no se queda con nada de nadie".




Los demás, podéis ir en paz...


((P.D.: Siiiii, también hay mujeres mu malas!! Aquí tenéis el post))

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viernes, 8 de julio de 2016

Inmigrantes...

No es normal. No lo es.
En Madrid y en Barcelona (por decir dos), no hay un sólo bar, una sola tienda, un sólo kiosco de barrio, que no sea de los chinos.
Cuando ves un "Bazar China", vale, te esperas entrar y que haya un chino. Es lo normal.
Pero cuando entras en "Taberna Paco", o en "Bar Pepe", y el cocinero es chino, y el camarero es chino, se te queda la cara un poco rara...
Y no por racismo ni mucho menos, sino porque... ¿Dónde han quedado los taberneros españoles? ¿Qué ha pasado con ellos? ¿Se han hartado y han vendido la taberna a un chino?, Y entonces, ¿qué culpa tienen los chinos?
Estamos invasionados vivos!! Que no invadidos. Impresiona, la verdad.


Si el Estado les permite no pagar impuestos durante no sé cuánto tiempo, deberíamos alegrarnos por ellos, y en todo caso, cagarnos en el político de turno al que se le ocurrió eso en lugar de conseguir lo mismo para los españoles que han emigrado, o perdonarle los impuestos a los españoles en apuros. Sea como sea, la culpa no la tienen los chinos, que se pasan sus vidas (literalmente) sentados en la silla del "El Corte Chino" o del "Autoservicio 24h." y no se quejan.

A nosotros nos viene muy bien que estén, pero nos quejamos de que estén. Y por cierto, si os fijáis, casi todo lo que venden los chinos, ya es español. O sea, que algo están colaborando con la maltrecha economía nacional. Y encima, no molestan en absoluto, jamás hay problemas con ellos, no?. Pues no nos quejemos tanto de los chinos.


Yo soy de la opinión de que la inmigración es buena, es necesaria y es bienvenida. Y qué coño! que yo no soy nadie para impedir a nadie que viva donde quiera! Me cabreo cuando oigo eso de que "hay que echarlos a todos", porque no entiendo la razón por la que nos hemos hecho dueños de la tierra que pisamos.
En cambio, nosotros sí que podemos viajar a donde queramos, incluso quedarnos a vivir en el país que nos de la gana, porque somos europeos...

Que me digan cuál es la diferencia entre un sueco (extranjero: bien visto y recibido) y un senegalés (inmigrante: mal visto y recibido).
Quizá lo define el color de la piel? O el dinero que lleve en el bolsillo?...
Qué asco damos...


Cuando esa gente ha dejado su casa, su pueblo, su familia, su país y sus costumbres, no ha sido precisamente para hacernos la puñeta a los pijos de los europeos. Si han tenido que dejarlo TODO, ha sido por supervivencia. O al menos, por tener una vida mejor que la que tienen en su país. Incluso, algunos han tenido que huir simplemente por conservar su vida. Y todos nosotros haríamos lo mismo si no tuviésemos más remedio. Os recuerdo que ya lo tuvimos que hacer hace unas décadas. Y si, en aquellos entonces, los que se iban lo hacían con el contrato firmado desde aquí. Qué suerte tuvimos.

Ahora ni contratos ni ná. La gente se lanza a la aventura. Huyendo de la pobreza o de la guerra, ahorran durante años y echan a andar, cogen una patera o un avión (los más afortunados) que los va a dejar en una ciudad desconocida, con una lengua desconocida, unas costumbres diferentes, y allá te las apañes.
Y en poco tiempo, esta gente se ha alquilado una casa, ha encontrado un trabajo (normalmente de los que aquí nadie quiere), o han puesto un negocio (porque ellos sí se ayudan entre ellos) y están mandando dinero a su familia. Con dos cojones.

Desde el mismo momento en el que ponen pié en tierra extraña, tienen que empezar a lidiar con los propios del lugar, que en su mayoría, los tratan como ciudadanos de segunda, los miran mal, y ni se les ocurre darles una oportunidad de integración. No vaya que se les pegue algo malo. Uhhhh!!

Estamos rodeados de inmigrantes. Negros, chinos, marroquíes, de países del este, sudamericanos... Conforman parte del paisaje de nuestro primer mundo, y a mi me encanta la mezcla de razas y culturas, porque creo que nos enriquece y nos hace salir de nuestro "Catetismo Ilustrado Pueblerino", tan afianzado en España. En su gran mayoría, son gente de bien, que no quieren más que trabajar y tener una vida digna, como la nuestra. También los hay que vienen a delinquir, si. Vamos, como si aquí fuésemos todos ciudadanos modelo y no hubiera ni un blanco ladrón. Que gente mala hay en todas las razas! Y buena también! A ver si nos vamos enterando!

Por el simple hecho de ser marroquí, no eres ladrón. Por el simple hecho de ser colombiano no eres traficante de droga. Por el simple hecho de ser brasileña no eres puta. Y por el simple hecho de ser europeo, no eres mejor que ninguno de los otros tres. Simplemente, has tenido la enorme suerte de haber nacido aquí, y no allí. Date con un canto en los dientes.

Por un momento deberíamos ponernos en el lugar de los inmigrantes. Lo mal que lo deben estar pasando allí para venirse aquí, para que los tratemos con la punta del pie. Lo difícil que debe ser empezar de cero en un lugar extraño con gente que no te quiere. Tiene mucho mérito, y hay que ser muy valiente. Si les preguntas, a todos les gustaría estar en su país, pero no pueden.
Nosotros estamos aquí con todo lujo de detalles, no nos falta de nada. ¿Que hace calor? Pongo el aire acondicionado. ¿Que hace frío? Pongo la calefacción. ¿Que tengo hambre? Como. ¿Que tengo sed? Bebo. ¿Que quiero viajar? Viajo. ¿Que quiero estudiar? Estudio. Y así sucesivamente.

Pero, queridos amigos, hay gente que no lo tiene todo tan al alcance de la mano. Hay gente que, sólo para beber agua medio potable, tiene que andar varios kilómetros bajo un sol abrasador, y nosotros nos quejamos por tener que levantarnos a abrir el frigorífico. Gente que come todo los días arroz blanco, y nosotros nos quejamos porque no sabemos ya qué cocinar. Gente que no sabe lo que es una ducha, o un WC, o un sofá cómodo, o ropa limpia, o comida rica, o miles de cosas que nosotros ni nos planteamos dejar de tener. Porque siempre las hemos tenido.

Con esto, quiero decir que somos muy afortunados los que ahora mismo estamos fresquitos y cómodamente en casa con nuestra conexión a internet de miles de gigas, o los que estáis en una tumbona en la playa con vuestro smartphone último modelo, o los que estáis trabajando en un lugar agradable y estáis bien pagados (o medio bien). Los inmigrantes sólo pueden acceder a trabajos súperbasura. Esos que los blanquitos no queremos. Y ENCIMA SONRÍEN!!


En Londres, por ejemplo, toda la red de metro está llena de trabajadores hindúes o negros. Las tiendas de 24 horas están atendidas por chinos, los restaurantes por latinos o españoles, etc, etc. ¿Por qué no hay ni un sólo inglés?... ¿Quizá no quieren esos trabajos? Y si no los hicieran los inmigrantes, ¿quién los haría?...

Otro tema es eso de que a los inmigrantes, el Estado les ayuda más que a los de aquí. Bueno. Esas ayudas están para el que las necesite y cumpla los requisitos, sean de donde sean. Si los cumplen, se las dan. Si no las cumplen, no. No olvidemos que hay muchos miles de españoles en otros países, a los que también se les ayuda. Y no es tan fácil como se habla por ahí, que parece que por ser inmigrante te "dan" casa y comida gratis. No es así. Pero preferimos creer eso y seguir quejándonos cómodamente en nuestra casa con todas las comodidades. También hay muuuuchos miles de españoles en España que viven de las ayudas sin intención de trabajar.

A más de un@ mandaba yo a buscarse la vida con lo puesto a otro país, a que trabajase 15 horas por 300€, enviara 200€ a su familia, y viviera en un piso con 18 más. JA! Los del primer mundo no seríamos capaces de hacer lo que hacen ellos. No tenemos ese coraje, ni esos cojones. Hemos tenido mucha suerte, hemos nacido en un sitio donde sale agua de los grifos y donde hay tiendas llenas de todo, y nos molesta que los que han tenido menos suerte, vengan a buscarla aquí.

Quizá en vez de mirarlos mal, deberíamos pensar que en su lugar, nosotros estaríamos haciendo exactamente lo mismo. Trabajar en lo que fuera para sobrevivir y darle de comer a nuestros hijos. Y quizá si les sonriéramos en vez de volverles la cara, haríamos su vida más agradable. Simplemente, tratarlos como nos gustaría que nos tratasen a nosotros si estuviésemos en su situación, lejos de sus familias, de sus casas y de sus costumbres. A mi me merecen mucho más respeto que muchos paisanos que hay aquí acomodados y quejándose de todo.

Pongámoselo más fácil, que ya lo tienen bastante difícil.
Quizá mañana nos toque a nosotros, y entendamos que todos somos personas. Iguales.
Unas con más suerte que otras.

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martes, 5 de julio de 2016

Grandes ciudades I: Gente sin complejos.

En las grandes ciudades la gente vive de otra manera. En principio, los "de provincias", cuando vamos a una ciudad grande, aunque nos gusta y nos encanta, nos agobiamos un poco de tanto ruido y tanto movimiento en todas direcciones a todas horas del día y de la noche. No estamos acostumbrados a tanto meneo. Hay demasiada gente.


Nos gusta ir un par de días, pero jamás cambiaríamos nuestra mini-ciudad con todo a la mano por esas enormes urbes cargadas de gente, coches, pitidos y luces. Nos parece que esa gente no vive, que están amontonados en pisos pequeños y oscuros, viven para trabajar, y pasan la tercera parte de sus vidas bajo tierra, yendo de un lado a otro.
Los que vivimos en ciudades pequeñas, tenemos pisos grandes y soleados, vemos a los amigos casi a diario, y tardamos 15 minutos en llegar a donde vayamos, sin prisas ni atascos.

Pero hay algo que se nos escapa. Hay algo muy positivo en las ciudades grandes que no tenemos en las pequeñas. LIBERTAD.

Si, eso gracias a lo cual puedes salir a la calle vestido como te de la real de la gana, y nadie te mira. Eso por lo que puedes ser tú mismo, si miedo ni riesgo de ser mirado como un apestado o un loco. Ni en boca de ninguna de esas vecinas aburridas sin vida que se entretienen criticando a los demás. Esas que te saludan sonrientes y te apuñalan en cuanto te das la vuelta. Por la espalda.

En las ciudades grandes, esas vecinas se dedican a lo suyo. Están tan ocupadas como tu, por lo que no tienen tiempo de pararse a ver si vas conjuntada o se te marca el michelín debajo del sujetador.

En las ciudades grandes se ve de todo. Pero lo que más se ve, es gente NORMAL. Allí eres anónimo. Preciosa palabra. Allí la gente que se viste como le viene en gana. Podrán ir horroros@s, extravagantes, ridícul@s o vulgares, pero van como les apetece ir.
Y a eso, a eso le llamo yo LIBERTAD.

Este último mes he tenido la suerte de viajar tres veces a Madrid y Barcelona, y me ha llamado la atención eso. No hay complejos. No hay reglas estéticas. No hay que taparse.
He visto cientos de personas dignas de hacerles una foto, pero claro, tampoco quería yo acabar en el calabozo por indiscreta.
Puedes pesar 150 kilos y llevar un vestido de 5 tallas menos, mostrando el género, a modo morcilla, que absolutamente nadie te juzga ni se da la vuelta cuando pasas. O puedes medir 1,55 y llevar un chaqué con sombrerito y zapatos de charol. Y nadie te mira.
Esas chicas latinas con curvas imposibles de seguir con la vista, embutidas en un trozo de licra, ¡¡¡¡DIVINAS!!!! Esas señoras mayores con los brazos colgando, en tirantes y sin sujetador...¡¡¡¡DIVINAS!!!! Esos hombres que con un sombrerito o una pajarita se saben sacar el partido que la naturaleza no les concedió ¡¡¡¡DIVINOS!!!! Esas chicas gorditas con un top que deja ver el michelín que otras escondemos, ¡¡¡¡DIVINAS!!!! Esas guiris blancas como el papel, enseñando el 95% de su cuerpo... ¡¡¡¡DIVINAS!!!!
Y a eso, a eso le llamo yo LIBERTAD.

Hace muchos años, Iberia me perdió la maleta y tuve que ir todo el fin de semana por Madrid  con un vestidillo de esos de estar en casa y las botas camperas. Qué a gusto oye! Nunca me he sentido tan libre! Y no me miró ni dios! Y os aseguro que estaba para que me miraran...

El que cada uno pueda vestirse como quiera o le apetezca, independientemente de que le quede bien o mal, de que esté o no a la moda, de que sea estéticamente agradable o no, creo que es un signo de libertad que más quisiéramos tener los provincianos, que vivimos pendientes de ir políticamente correctos a los ojos de los demás, y no como nos gustaría ir en realidad.

Aunque no nos importe "el qué dirán", aunque nos de igual que nos critiquen, la verdad es que vivimos condicionados, nos hemos educado así (por desgracia), y no tenemos la libertad que quisiéramos para salir a la calle como nos gustaría.

Bueno, supongo que en las ciudades grandes no iba a ser todo malo. También hay cosas muy buenas ;) Pueden ir por la calle sin tener que aguantar la respiración, ni preocupados por si van bien o no. 

Porque todo el mundo va COMO LE DA LA GANA.

El problema lo tiene el que mira, no el que va como quiere ir.

Yo he probado este finde en Barcelona a no meter la barriga, y la verdad, es un gustazo!! Y lo mejor de todo es que me he sentido LIBRE.

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