viernes, 18 de agosto de 2017

Terrorismo


Mi hijo tiene 13 años. Está creciendo viendo muertos en la tele. Desde que tiene uso de razón para saber cómo funciona el mando. Es un niño sensible, pero para él, ya es igual de desagradable y triste que Messi falle. O que quiten "Aquí no hay quien viva".
Es lo que tiene acostumbrarse a algo.
Qué pena. 

Nuestra niñez, estaba rodeada de pelotas, días de campo con la familia, playa con nevera, cine de vez en cuando, paseos en bici y bocadillos de nocilla para merendar. No vimos un muerto en la tele hasta que murió Chanquete. O antes fué Franco?...

Mi hijo veía dibujos animados en bucle, y de ahí pasó a ver gente muerta, sangrando y desmembrada, también en bucle. Basta con cambiar de Disney Channel a cualquier otro canal. En cuanto un niño deja de ver los dibujos, ya empieza a ver muertos. Una vital frontera entre la infancia y la cruel consciencia.


Está tu hijo viendo un partido de baloncesto, y de repente se interrumpe para dar una última hora. Un atentado en cualquier ciudad del mundo, ha acabado con la vida de 287 personas y ha herido a casi 200. Y empiezan a emitir imágenes malas y cortas hechas con móviles, en las que puedes ver una pierna sin dueño, sangre y muerte por todos lados. Y ahí que se las ha tragado todas tu hijo. Todas. Sin darse ni cuenta.

Y bueno, no hace falta que sea tan grande la cosa. Que si un padre ha matado a la madre delante de sus hijos, también se lo ponen. El caso es que veamos gente muerta como sea. Así son los Medios de Comunicación de este país. Y no se cortan en cortar lo que sea para emitir lo que sea que tenga muertos explícitos.
Prioridad máxima.  España se para.
A la media hora, todo el mundo sigue con su vida y se olvida.
Así crecen nuestros hijos. Viendo muerte y violencia como algo natural. Viendo en directo cómo le pegan un tiro al que ha matado a 14 personas. Sensaciones encontradas...

Nos da más reparo a nosotros ver una imagen con muertos (teniendo 50 años), que a nuestros hijos de entre 5 y 25 años. Ellos ni se inmutan. Claro, tienen 25 años y llevan desde los 5 (que dejaron de ver los dibujos animados) viendo muertos en la tele.

Qué pena.

Cuando nuestros terroristas nacionales mataban a una persona (sin redes sociales ni gaitas), España entera se paraba, pero de verdad. Hasta las tiendas cerraban. Y no había colegio ese día. Era horroroso. Y llovía. Eran pocos, y con ellos se casi podía negociar. Mataban para reclamar sus derechos. Vaya tela.
Pero esa era época de comprar en el colmado de abajo. 

Ahora es época de mastodónticos centros comerciales. Los muertos también son King Size. A lo bestia. 
Cuando hay un atentado, ya no muere uno. No. Mueren de 30 parriba.  Si no, no se considera nada importante. Y estos matan por matar, con ellos no se puede negociar, y lo que reclaman no es posible.
Y no llueve nunca.

Hay un ranking internacional de países con sus números de muertos por terrorismo. Y lo analizan detenidamente en cientos de debates radiotelevisivos. Todo el tiempo. Con todo lujo de detalles, que puedes visualizar a la perfección la escena dantesca sin verla, y ya no se te borra de la mente hasta que haya otro atentado.
Y claro, te dura poco, porque antes de olvidar uno, ya hay otro. Una locura.


Curiosamente los que más muertos tienen, no son los que salen en los telediarios todos los días. Parece que duele más un muerto europeo que 200 de Afganistán... Qué asco. Hasta para morirse hay clases.

Y los niños, crecen viendo carreras de muertos, igual que las puntuaciones de Eurovisión.  Por eso, ya ni se inmutan.
Ya se reconocen los atentados por su propio nombre: 11-S,  11-M, 19-J, 9-A, 3-J, 7-A, 22-M, ...
Hay que ponerle nombre porque son tantos, que si no, no hay manera.

La vida ya no vale nada. La vida no es nuestra, y cuando menos te lo esperas, mueres. Sin más. Y ya está. Porque a cualquier descerebrado le ha dado por ahí. Y te deja sin tu hijo de 3 años, o sin tu padre de 60, o te deja a ti sin vida. Porque Alá se lo ha ordenado, dice...

Hay personas que se dedican a ir por cualquier sitio lleno de gente, y lo mismo ponen una bomba, que se lían a tiros, que atropellan a 300 con un camión alquilado o robado matando al dueño.
Sabemos todos de qué va el cuento. Ya son demasiadas veces.
Y se van sumando fechas con nombre de juego de los barquitos.
17-A. Tocado y hundido. 


Incluso, los atentados ya son múltiples. Hace 30 años eran de uno en uno y pequeños. Los terroristas estaban organizados en bandas y la policía los podía tener medio fichados. Ahora explotan 3 bombas o hay atropellos a la vez en diferentes sitios de una misma ciudad o provincias cercanas. Y lo hacen niños de 17 años sin antecedentes.
Es lo que tiene estar en la era de la tecnología. Los locos pueden sincronizarse.
Los daños colaterales, son que cualquier chori ajeno a los terroristas que no sepa lo que está pasando, y se salte un control por llevar 3 porrillos, es abatido a tiros. 
Es lo que tiene el terrorismo. Que ya no te puedes fiar de nadie.

Papelón el de los periodistas, que llevan desde las 5 de la tarde repitiendo las dos mismas frases porque es imposible que haya novedades con el caos. El que más horas aguante, se consagra y tiene trabajo toda su vida.

Pero si son niños!!! Por dios!!! No han tenido tiempo de envenenarse, de llenarse de ira, ni siquiera de saber por qué hacen lo que hacen!!


Como también son niños algunas de las víctimas. Ellos tampoco han tenido tiempo de crecer, ni de siquiera empezar a vivir. No se lo han permitido otros niños. Y esas madres, destrozadas por haber perdido a sus hijos, sin sentido y habiéndose podido evitar... Jamás podrán superarlo, jamás. Si hubiesen parado a comprarle un helado, o si hubieran ido a la playa en vez de a pasear... O si el ayuntamiento no hubiera retirado los macetones...
Ahora se afanan en llenarlo todo de bloques de hormigón, en todas las grandes ciudades, ahora... Se están riendo de nosotros, y la solución más inteligente es poner bolardos...


Los controles de seguridad de los aeropuertos nos ponen casi en bolas, buscando explosivos o armas, mientras ya sólo es necesario estar en el centro de una ciudad con un cuchillo o una furgoneta para ser terrorista. 

Ya no son los muertos, no. Ya es la cantidad de familias enteras destrozadas por haber perdido a alguien a quien querían de una forma tan absurda. Es muy doloroso hasta para los que estamos lejos...

Como a estos putos locos les de por hacer una de sus gracias cada día, entraremos en guerra, y de aquí no se escapa ni Dios.
El planeta entero vive acojonado por cuatro locos.

Y mientras, los políticos afligidos condenan el atentado vía Twitter. No señores no, HAGAN ALGO YA! ENDUREZCAN LAS PENAS!! DEN AUTORIDAD A LAS FUERZAS DEL ESTADO!!! Que son los valientes que se juegan la vida por un sueldo vergonzoso, mientras ustedes los cobran millonarios por no saber proteger a su país y acudir enchaquetados al minuto de silencio. VERGÜENZA.


Y el resto de munsulmanes, ajenos a lo que los locos nacidos donde ellos maquinan, se avergüenzan de su especie y asumen ser escupidos por las miradas de todo el que se cruzan. Injusto. Ni todos los munsulmanes son terroristas, ni todos los cristianos almas cándidas. Estamos rodeados de locos. Si todos los que vieran comportamientos extraños en los vecinos lo dijeran, quizá evitarían muchas muertes.

Ya lo dijo Nostradamus (1.503-1.566. Si, siglo XVI):
"Una invasión en Europa por parte de Marruecos. Quizás es una de las más temidas por los acontecimientos relacionados en los últimos tiempos con el terrorismo islamista". Esto lo dijo hace 500 años.

Y eso sin contar al rubio de bote americano ni al enano koreano...

Comemos pollo inyectado con mierda, frutas y verduras regadas con mierda, respiramos mierda... ¿Y todavía tienen dudas?
A nosotros ya nos queda poco en el convento, pero nuestros hijos...
Les dejamos un planeta sucio, con los recursos agotados, inseguro y sin futuro.
Qué pena.

Decimos que no tenemos miedo, pero lo tenemos, y mucho.
Seguiremos saliendo y viajando, pero siempre pensando que puede que no volvamos a casa. Es todo tan injusto... Es todo tan obsceno...
Y gracias a la Policía, demasiado poco pasa... Olé por los valientes y olé por la perfecta coordinación.

Señores, señoras. Coman, beban, disfruten, vivan como quieran y déjense de pamplinas. Esto ya, no tiene arreglo.
Entramos en tiempo de descuento...


Y pasado mañana, se nos habrá olvidado todo...

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jueves, 17 de agosto de 2017

¡Hijosdeputa!

No veo el telediario, jamás, porque me llena la cabeza de mierda que no necesito para vivir.
No me entero del 98% de lo que pasa, pero siempre hay cosas de las que te enteras quieras o no.
Me da MUCHO ASCO que haya gente tan sumamente ENFERMA como para atropellar a los viandantes en plan videojuego. Sin más.


No puedo verlo, me harto de llorar, porque el mundo está a punto de explotar. Contra los enfermos mentales no podemos, tienen ganada la batalla. Sean de donde sean.
Ha llegado un momento, en el que estar vivo o muerto es cuestión de suerte, y de no estar en el lugar equivocado en el momento equivocado.

Esta gentuza está descontrolada, y no le temen a nada. Los demás, como única opción para salvar su vida, obedeciendo como borregos las órdenes de un cuerpo de policía con armas pero desarmado y asustado, sin saber muy bien qué hacer ante el desconcierto provocado por un puto loco.
UN PUTO LOCO!!! UN ENFERMO MENTAL!!!



Igual de enfermo mental que quien se queda en la zona a grabar con el móvil... ¿¿SOIS GILIPOLLAS?? ¿DE VERDAD ESTÁS A 20 METROS DE DONDE HAN SIDO ATROPELLADAS MUCHAS PERSONAS Y EL TERRORISTA ESTÁ ATRINCHERADO, Y TE QUEDAS A GRABARLO??? ¿Qué clase de cerebros tenemos en este planeta? ¿Hemos cambiado las neuronas por los piercings y los tattoos?


Me inunda la ira, me invade la intolerancia, lo siento pero NO ENTIENDO que haya gente capaz de acabar con vidas humanas, destrozar familias, y sembrar la muerte por el simple hecho de pensar diferente y salir en la tele.
Prensa y televisiones se afanan por mostrar fotos con cuerpos desmembrados, para tener más ventas o audiencia. Otros putos locos.

Esas imágenes se nos quedan grabadas a fuego, sin que sirva de absolutamente nada. Bueno si, para que aumenten las ventas de ansiolíticos.

Hay gente encerrada y aterrorizada en los bares y comercios de la zona con ataques de ansiedad que posiblemente marcarán sus vidas para siempre, policías mirando hacia todos lados, que no saben si volverán vivos a casa...

NO HAY DERECHO!

El mundo está enfermo, ya no podemos estar seguros en ningún lado, y eso es lo que quieren esos locos, que vivamos con miedo.
No tenemos nada que perder, porque ya hemos perdido lo único importante para el ser humano.

Hemos perdido LA LIBERTAD.






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martes, 15 de agosto de 2017

Enfermedad

O sea.
La Campanario está en un psiquiátrico y se ha pintado el pelo rubio idéntico al de Belén Esteban (para quien no lo sepa, la ex de su marido). Ha engordado y se pone gafas de sol de espejo.

Dicen que es por el repetido consumo a muy altas dosis de cannabis.
La Campanario fumaba porros. Toma ya.
Lo último de lo último que me hubiese esperado en mi vida escuchar. Foh.
Esa mujer tan segura de sí misma, tan estúpida, que se creía que se comía el mundo por ser la mujer de un torero. No le pega nada ser porrera.

Para llegar a ese límite de fumeta, hay que tener una vida demasiado asquerosamente mierdosa, no?
Pa olvidar.

A la mayoría le da, en esos casos de estrés, por la cocaína, de todos sabido la droga preferida por los ricos y famosos.

Pues a la Campa, por los porros. 

Y ahora el marido, ese que coleccionaba bragas y sujetadores de los que sus intelectuales fans lanzaban en sus corridas, parece un lindo gatito, ha pedido los 7 kilos que ha encontrado ella, y se está encargando de todo él solo. Casa, niños, comidas, trabajo, y por supuesto, estar todo el resto del tiempo, acompañando a su mujercita, dándole besos abrazándola y sonriendo.

Tiene cojones la vida, que se le ha tenido que ir la olla a la tia más estúpida de España, para que veamos cariñoso al tío más sieso del país.
Ella va andando como si tuviera 80 años, las piernas hinchadas, la expresión perdida...

La enfermedad, hace a las personas poner los pies en la tierra.
Es una ostia de realidad. En to la cara.
Y será por millones. ¿Tendrá millones? ...
Pues para absolutamente nada sirven. De nada. Cero.
Y nos creíamos que el dinero era necesario para vivir.
Y no.
Vivir es necesario para disfrutar el dinero.

Qué horror. Qué impotencia tan espantosa.
Tenerlo absolutamente todo. TO-DO.
Y no poder hacer absolutamente nada. NA-DA.


Qué suerte tenemos los demás. Los que NO lo tenemos absolutamente todo. Porque como no podemos, no podemos. Pero ellos sí que pueden, y no están acostumbrados a que nada ni nadie les diga NO. Pero la enfermedad no desaparece con dinero. Por mucho que tengas. Puedes estar más prevenido si, y mejor cuidado también, pero si te toca, te toca igual que le toca a los que no tienen absolutamente nada, y a los que tienen lo justo, o los que andan sobradillos. A todos nos puede tocar, y de hecho, nos toca.
Y ahí, estamos todos exactamente igual de enfermos, asustados, vulnerables y jodidos. Todos.
Los ricos, los pobres, y los ni una cosa ni otra.

Es en lo único en lo que de verdad, somos todos iguales.
La enfermedad no entiende de planes, de clases, de razas ni de cuentas corrientes. Viene cuando quiere y para tí se queda.

Estamos jodidos amigos. En cualquier momento, ZAS! Se te ha terminado la vida tal y como la conoces. GAME OVER.
Y a tomar por culo. No hace falta más de un segundo. 


No sé si será que la edad te va iluminando cada día, pero lo que sí es cierto, es que nos pasamos la vida persiguiendo unas metas absurdas que nunca llegan, y el día menos pensado ZAS!, se acabó la tontería, y te das cuenta de que con celulitis se puede vivir muy bien, y con 20 kilos de más, y con el dinero justo para vivir. No es necesario ser un figurín millonario para VIVIR. Pero sí necesitamos poder andar, ver, tener los dos brazos operativos, que nos funcione el aparato digestivo, el respiratorio, el locomotor y el excretor, entre otros. Y por supuesto, las neuronas.
Si algo de esto falla, se acabó.


La enfermedad llega cada vez antes. Ya no es necesario tener 80 años para tener mil impedimentos. Ahora con 40 años te da un ictus, o cualquiera de las mil enfermedades mentales disponibles en estos tiempos, en los que estamos maltratando nuestro cuerpo y nuestra mente a conciencia, y claro, el cuerpo humano es perfecto, pero no es de plástico. Y la mente menos.


Y lo menos que te puede pasar, es que la cabeza un día haga "clic", y se te caiga el labio y la baba. Y ya está. Entras en una dimensión en la que tienen que ayudarte hasta para hacer caca. Y dejan de importarte las tonterías que te importaban tanto antes. De golpe.
Ahora te conformas con vivir. Y poco más.
Recordar, ese "clic" solo necesita una milésima de segundo.
Y no hay vuelta atrás.
Ya no hay psiquiátricos, simplemente porque de haberlos, habría más gente dentro que fuera.

Seguid empeñados en guardar para mañana, en estar delgadísimos para la vejez, en no comer lo que os gusta ni hacer lo que os apetece, que de tanto vivir reprimidos de todo lo que os apetece, la cabeza un día se os va a ir, y os quedáis con las ganas de haber vivido de verdad. 

Es tan simple como elegir entre ser tú mismo y actuar en consecuencia, o ser quien crees que los demás quieren que seas, y vivir una vida que no es la que quisieras vivir.
Que ya, el que más y el que menos, estamos a las puertas de cambiar la cola del H&M por la sala de espera del médico de cabecera.

No forcemos tanto nuestra mente. Dejémosla que fluya...
Que de tanto aguantar y de tanta represión, luego pasa lo que pasa...

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