viernes, 8 de julio de 2016

Inmigrantes...

No es normal. No lo es.
En Madrid y en Barcelona (por decir dos), no hay un sólo bar, una sola tienda, un sólo kiosco de barrio, que no sea de los chinos.
Cuando ves un "Bazar China", vale, te esperas entrar y que haya un chino. Es lo normal.
Pero cuando entras en "Taberna Paco", o en "Bar Pepe", y el cocinero es chino, y el camarero es chino, se te queda la cara un poco rara...
Y no por racismo ni mucho menos, sino porque... ¿Dónde han quedado los taberneros españoles? ¿Qué ha pasado con ellos? ¿Se han hartado y han vendido la taberna a un chino?, Y entonces, ¿qué culpa tienen los chinos?
Estamos invasionados vivos!! Que no invadidos. Impresiona, la verdad.


Si el Estado les permite no pagar impuestos durante no sé cuánto tiempo, deberíamos alegrarnos por ellos, y en todo caso, cagarnos en el político de turno al que se le ocurrió eso en lugar de conseguir lo mismo para los españoles que han emigrado, o perdonarle los impuestos a los españoles en apuros. Sea como sea, la culpa no la tienen los chinos, que se pasan sus vidas (literalmente) sentados en la silla del "El Corte Chino" o del "Autoservicio 24h." y no se quejan.

A nosotros nos viene muy bien que estén, pero nos quejamos de que estén. Y por cierto, si os fijáis, casi todo lo que venden los chinos, ya es español. O sea, que algo están colaborando con la maltrecha economía nacional. Y encima, no molestan en absoluto, jamás hay problemas con ellos, no?. Pues no nos quejemos tanto de los chinos.


Yo soy de la opinión de que la inmigración es buena, es necesaria y es bienvenida. Y qué coño! que yo no soy nadie para impedir a nadie que viva donde quiera! Me cabreo cuando oigo eso de que "hay que echarlos a todos", porque no entiendo la razón por la que nos hemos hecho dueños de la tierra que pisamos.
En cambio, nosotros sí que podemos viajar a donde queramos, incluso quedarnos a vivir en el país que nos de la gana, porque somos europeos...

Que me digan cuál es la diferencia entre un sueco (extranjero: bien visto y recibido) y un senegalés (inmigrante: mal visto y recibido).
Quizá lo define el color de la piel? O el dinero que lleve en el bolsillo?...
Qué asco damos...


Cuando esa gente ha dejado su casa, su pueblo, su familia, su país y sus costumbres, no ha sido precisamente para hacernos la puñeta a los pijos de los europeos. Si han tenido que dejarlo TODO, ha sido por supervivencia. O al menos, por tener una vida mejor que la que tienen en su país. Incluso, algunos han tenido que huir simplemente por conservar su vida. Y todos nosotros haríamos lo mismo si no tuviésemos más remedio. Os recuerdo que ya lo tuvimos que hacer hace unas décadas. Y si, en aquellos entonces, los que se iban lo hacían con el contrato firmado desde aquí. Qué suerte tuvimos.

Ahora ni contratos ni ná. La gente se lanza a la aventura. Huyendo de la pobreza o de la guerra, ahorran durante años y echan a andar, cogen una patera o un avión (los más afortunados) que los va a dejar en una ciudad desconocida, con una lengua desconocida, unas costumbres diferentes, y allá te las apañes.
Y en poco tiempo, esta gente se ha alquilado una casa, ha encontrado un trabajo (normalmente de los que aquí nadie quiere), o han puesto un negocio (porque ellos sí se ayudan entre ellos) y están mandando dinero a su familia. Con dos cojones.

Desde el mismo momento en el que ponen pié en tierra extraña, tienen que empezar a lidiar con los propios del lugar, que en su mayoría, los tratan como ciudadanos de segunda, los miran mal, y ni se les ocurre darles una oportunidad de integración. No vaya que se les pegue algo malo. Uhhhh!!

Estamos rodeados de inmigrantes. Negros, chinos, marroquíes, de países del este, sudamericanos... Conforman parte del paisaje de nuestro primer mundo, y a mi me encanta la mezcla de razas y culturas, porque creo que nos enriquece y nos hace salir de nuestro "Catetismo Ilustrado Pueblerino", tan afianzado en España. En su gran mayoría, son gente de bien, que no quieren más que trabajar y tener una vida digna, como la nuestra. También los hay que vienen a delinquir, si. Vamos, como si aquí fuésemos todos ciudadanos modelo y no hubiera ni un blanco ladrón. Que gente mala hay en todas las razas! Y buena también! A ver si nos vamos enterando!

Por el simple hecho de ser marroquí, no eres ladrón. Por el simple hecho de ser colombiano no eres traficante de droga. Por el simple hecho de ser brasileña no eres puta. Y por el simple hecho de ser europeo, no eres mejor que ninguno de los otros tres. Simplemente, has tenido la enorme suerte de haber nacido aquí, y no allí. Date con un canto en los dientes.

Por un momento deberíamos ponernos en el lugar de los inmigrantes. Lo mal que lo deben estar pasando allí para venirse aquí, para que los tratemos con la punta del pie. Lo difícil que debe ser empezar de cero en un lugar extraño con gente que no te quiere. Tiene mucho mérito, y hay que ser muy valiente. Si les preguntas, a todos les gustaría estar en su país, pero no pueden.
Nosotros estamos aquí con todo lujo de detalles, no nos falta de nada. ¿Que hace calor? Pongo el aire acondicionado. ¿Que hace frío? Pongo la calefacción. ¿Que tengo hambre? Como. ¿Que tengo sed? Bebo. ¿Que quiero viajar? Viajo. ¿Que quiero estudiar? Estudio. Y así sucesivamente.

Pero, queridos amigos, hay gente que no lo tiene todo tan al alcance de la mano. Hay gente que, sólo para beber agua medio potable, tiene que andar varios kilómetros bajo un sol abrasador, y nosotros nos quejamos por tener que levantarnos a abrir el frigorífico. Gente que come todo los días arroz blanco, y nosotros nos quejamos porque no sabemos ya qué cocinar. Gente que no sabe lo que es una ducha, o un WC, o un sofá cómodo, o ropa limpia, o comida rica, o miles de cosas que nosotros ni nos planteamos dejar de tener. Porque siempre las hemos tenido.

Con esto, quiero decir que somos muy afortunados los que ahora mismo estamos fresquitos y cómodamente en casa con nuestra conexión a internet de miles de gigas, o los que estáis en una tumbona en la playa con vuestro smartphone último modelo, o los que estáis trabajando en un lugar agradable y estáis bien pagados (o medio bien). Los inmigrantes sólo pueden acceder a trabajos súperbasura. Esos que los blanquitos no queremos. Y ENCIMA SONRÍEN!!


En Londres, por ejemplo, toda la red de metro está llena de trabajadores hindúes o negros. Las tiendas de 24 horas están atendidas por chinos, los restaurantes por latinos o españoles, etc, etc. ¿Por qué no hay ni un sólo inglés?... ¿Quizá no quieren esos trabajos? Y si no los hicieran los inmigrantes, ¿quién los haría?...

Otro tema es eso de que a los inmigrantes, el Estado les ayuda más que a los de aquí. Bueno. Esas ayudas están para el que las necesite y cumpla los requisitos, sean de donde sean. Si los cumplen, se las dan. Si no las cumplen, no. No olvidemos que hay muchos miles de españoles en otros países, a los que también se les ayuda. Y no es tan fácil como se habla por ahí, que parece que por ser inmigrante te "dan" casa y comida gratis. No es así. Pero preferimos creer eso y seguir quejándonos cómodamente en nuestra casa con todas las comodidades. También hay muuuuchos miles de españoles en España que viven de las ayudas sin intención de trabajar.

A más de un@ mandaba yo a buscarse la vida con lo puesto a otro país, a que trabajase 15 horas por 300€, enviara 200€ a su familia, y viviera en un piso con 18 más. JA! Los del primer mundo no seríamos capaces de hacer lo que hacen ellos. No tenemos ese coraje, ni esos cojones. Hemos tenido mucha suerte, hemos nacido en un sitio donde sale agua de los grifos y donde hay tiendas llenas de todo, y nos molesta que los que han tenido menos suerte, vengan a buscarla aquí.

Quizá en vez de mirarlos mal, deberíamos pensar que en su lugar, nosotros estaríamos haciendo exactamente lo mismo. Trabajar en lo que fuera para sobrevivir y darle de comer a nuestros hijos. Y quizá si les sonriéramos en vez de volverles la cara, haríamos su vida más agradable. Simplemente, tratarlos como nos gustaría que nos tratasen a nosotros si estuviésemos en su situación, lejos de sus familias, de sus casas y de sus costumbres. A mi me merecen mucho más respeto que muchos paisanos que hay aquí acomodados y quejándose de todo.

Pongámoselo más fácil, que ya lo tienen bastante difícil.
Quizá mañana nos toque a nosotros, y entendamos que todos somos personas. Iguales.
Unas con más suerte que otras.

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2 comentarios:

  1. BUENÍSIMO. Da gusto leerte. Gracias

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  2. Antonio López Cantarel9 de julio de 2016, 20:03

    Ojalá todo el mundo viera el tema como tu. Otro gallo nos cantaría.

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