domingo, 14 de febrero de 2016

San Tormento

Vamos a ver... Todo el mundo se queja de tener que hacer un regalo en San Valentín. Todo el mundo se queja.
Los hombres porque "si no le hago un regalo a la parienta, me la monta", y las mujeres, más dadas al romanticismo y a eso de hacer regalitos (por la malformación de algún cromosoma), se quejan porque "a ver qué le compro yo a mi churri que le guste y no tenga ya".

Y ahí están todos, acosados quince días antes por la publicidad que les recuerda que es el día del amor, quebrándose la cabeza para acertar, o al menos, cumplir con la tradición/obligación y salir lo mejor parados posible del invento.



(Traducción: Día de San Valentín, por si el amor no fuese ya lo suficientemente complicado).

Los más desviados, decimos eso de "Yo le regalo cualquier día, no hace falta que sea en San Valentín". Sí. Pero aunque le regale un ramo de 50 rosas rojas cada día del año, como se le ocurra al maromo aparecer EL DÍA DE SAN VALENTÍN, sin aunque sea, con una florecilla silvestre cortada del seto más cercano, se la montas. Y si no se la montas, por lo menos te tiras con cara de perro los tres días siguientes. Lo sabes.

Las mujeres somos así. Y ellos, parece que no lo pillan, pasen los siglos que pasen.
Te notan cabreada y no saben por qué. Bueno, como cada vez que te cabreas.
Nunca saben por qué.



Y digo yo, ¿alguien ha visto en 5 km. a la redonda de su casa, algún sitio donde haya florecillas silvestres dignas de ser cogidas para regalarle a alguien que esté vivo?

No, ¿verdad? Pues entonces, amigas mías, dejemos de esperar que nuestro chico aparezca como en las películas de sobremesa de Antena3, con un ramillete de florecillas de esas que "no cuestan nada", para demostrarnos su amor.
Entre otras cosas, porque ellos no viven recordando "hoy es San Valentín", se dan cuenta cuando llegan a casa y te ven mirarles las manos con cara de esperar algo. Ellos demuestran su amor de otras muchas maneras [ ].
Ahora mismo no se me ocurre ninguna, pero estoy segura de que si le preguntas a algún novio o marido, te dirá que sí, que ellos hacen muchas cosas a lo largo del año para demostrarnos su amor.
Otra cosa es que nosotras no sepamos entender sus maneras. Ni valorarlas.



Por ejemplo, ellos se van todos los domingos a montar en bici con sus colegas, para estar en forma y guapos para nosotras, y dejarnos nuestro espacio para que limpiemos la casa tranquilas, planchemos y ayudemos a los niños a hacer los deberes. No lo hacen para despejarse, quitarse de en medio y tomarse luego unas cañas, no. Malpensadas.

Quizá ellos demuestren lo mucho que nos quieren, haciendo como que nos quieren (que ya es un esfuerzo), o yéndose al centro comercial en el último momento, en contra de su voluntad, a comprarte un ramo de esos que vienen en serie, o una caja de Ferrero Rocher, que por otra parte, menudo churro de bombones, que ni son bombones ni son ná. Es aire rodeado de chocolate con cacahuete!!, y a precio de oro. Sobrevaloradísimos.














No, no nos gustan los Ferrero Rocher.
Y menos desde que los venden en Mercadona y podemos comprárnoslos nosotras mismas cuando vamos a la compra.
Preferimos que nos sorprendáis con algo que no sea lo mismo de todos los años, con algo que no sea tan socorrío.

Y por supuesto, ¡NADA DE ELECTRODOMÉSTICOS!

¡Que os calentéis un poco la cabeza, vamos!
Pero eso ya es ser demasiado exigente, claro.

Lo del fin de semana en París lo vamos a dejar para otra vida. Como mucho, las más suertudas van a cenar a algún sitio romántico, eso sí, habiendo tenido ellas la idea, hecho la reserva y obligado al novio a ir la noche del 14 de Febrero (caiga en lunes o en jueves), a cenar a un sitio carísimo, rodeado de parejitas (pasando por lo mismo que vosotros) con cara de corderos degollaos, mientras en la tele hay una peli o un partido que a ellos les apetecería ver mil veces más que hacer el teatrico de la pareja enamorada.
"Paqui, que nosotros ya llevamos 30 años casados, que estas cosas son para los jóvenes..."
"Que no Paco, que nosotros seguimos igual o más enamorados que hace 30 años".
"Si Paqui, lo que tu digas, cariño".
Lo que viene siendo, amor en estado puro.


Y todos los santos años igual. Menudo pestiño. Los hombres viven acojonaos, y las mujeres esperando que este año sea el que, por fin, el amado novio o marido, se acuerde y se porte como ella espera.

Que haya pillado una de las cien-mil pistas que ella le ha ido soltando durante la última semana de lo que le gustaría que le regalase, así, espontáneamente, para demostrarle su amor.

Pero no, ellos no han pillado nada de nada. Es más, alardean entre los amigos de que "mi mujer no es de esas, ella no quiere que le regale nada", cuando saben perfectamente a lo que se están enfrentando si no llegan a casa con algo en condiciones, pero no saben el qué!


Y las peluquerías llenas de señoras pa ponerse guapas "en este día tan especial" 😳
Vamos, igual de especial que el "Día de Andalucía" o el "Día de los Santos Inocentes".

Una excusa más para obligarnos a hacer algo que no queremos hacer.
De todos modos, los maridos nunca se dan cuenta de que hemos ido a la peluquería. No va a ser esta vez una excepción.

Y las empleadas de las floristerías, otro año cabreás porque cae en domingo, y tienen que trabajar, y no van a poder aceptar el viaje a París que seguramente les iban a regalar sus parejas. Qué mala pata, oye.

¡¡Y lo peor de todo!! Enfrentarse al día siguiente en el supermercado a las típicas preguntas de las vecinas:

-"Y a ti, ¿qué te ha regalado tu Juan?"

-"Mmmm, pues a mi, me va a regalar un viaje a la Riviera Maya, pero lo vamos a dejar para verano, porque ahora no nos viene bien, por el trabajo, ¿sabes?

- "Ahhhh, pero....¿tu Juan no estaba parao?
. . .

Y los que no tienen pareja, a llorar por las esquinas, imaginando lo que pudo ser y no es, sin saber que pasarán la noche en casa viendo la tele, igual que los que sí tienen, pero sin cara de perro y sin haberse gastado un duro. O sea, mucho mejor.


El que se quiere, lo sabe y lo demuestra día a día (bueno, o una vez al mes), y no necesita cumplir con las estúpidas normas de la sociedad. 

Aunque, si nos traéis una florecilla, nos vamos a poner mu contentas, y al final, salís ganando vosotros, tontorroneees ;)

Esta mañana había por lo menos 30 señores de todas las edades cogiendo ramos de rosas de Lidl a 3€... Con una cara de enamorados que tiraban patrás... Pa salir del paso.
Y esos adolescentes por la calle con un globo rojo con forma de corazón y un ramo de flores, avergonzados perdidos porque todo el mundo los mira...
Eso no es amor, no, eso es acojonamiento Nivel 5.

Dejad que las cosas fluyan por dios.
¡Tanto regalo obligado y tanta tontería!

Y si tu relación depende de un regalo, tienes un gravísimo problema mental.

Hala, pueden ir en paz.

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