viernes, 25 de septiembre de 2015

Vecinos... Esa raza aparte




Al igual que los Ex (que todos tenemos alguno), también todos tenemos vecinos.

Es algo que no podemos evitar, salvo que seamos multimillonarios y podamos vivir en una isla privada o en lo alto de una colina. Pero no es el caso, así que a joderse tocan.
Tos apiñaos y conviviendo con cualquiera.

Al igual que a la familia, a los vecinos no los puedes elegir. Te tocan los que te tocan. Y estás atado a ellos toda la vida, por suerte o por desgracia. Más bien por lo segundo.

Cuando llegas a una casa nueva, no conoces a nadie, y llegas con la esperanza de que la calle sea tranquila, de que la gente sea simpática, de que haya buen rollo... Vamos, lo que vemos en las películas y que siempre es mentira.

La primera noche en tu nueva casa es muy emocionante. ¿Habrá silencio?, ¿hará calor?, ¿frío?, ¿mosquitos?, ¿olerán las tuberías?... Cuando de repente, un estruendo te sobrecoge. CHIMPÚN! CHIMPÚN! CHIMPÚN!

¡¡ES REGGAETÓN!! a todo volumen!!, y viene de abajo!!... Diiioooooossss NOOOO!!...
Y encima, con un sonido de esos chungos de transistor malo!!



Empiezas a cagarte en to lo que se menea, porque lo que menos podías esperar es tener abajo a unos vecinos reggaetoneros nocturnos!!... Vaya jodienda oye!!... Te dan ganas de matar!!!

Son las 12:15 de la noche cuando los fiesteros tienen a bien apagar la "música"... Tras dos amenas horas de hilo musical... Puff, menos mal...

Vamos a dormir y mañana será otro día.

Te despiertas en tu nueva casa, feliz de nuevo, desayunas en la terraza, te duchas en tu nuevo baño... sale agua, funciona la cisterna, todo va bien, qué a gusto!!...

Sales de casa y  ¡¡La primera en la frente !!!... Un cordón policial justo en tu puerta!!!, con sus policías, sus coches de policía, sus vecinos mirones, los de la científica tomando huellas, vamos, todo completo, no faltaba un detalle!!

Pregunto "¿Qué ha pasado?", a lo que me responden: "El vecino de esta casa, que se ha suicidado pegándose un tiro"....
C-O-P-Ó-N... Y yo quejándome de los reggaetoneros... Nunca más!


Así fué mi llegada a la nueva casa. Después, han ido pasando los años, y ha pasado de todo.

Vecinas amabilísimas que te traen un bizcocho de bienvenida, y que cuando te quieres dar cuenta, no las puedes sacar de tu casa tarde tras tarde, contándote toda clase de tonterías que ni te van ni te vienen.

Vecinos serios que parecen butes, que no les has escuchado el tono de la voz en 14 años.

Vecinas estúpidas que se creen de mejor clase social que todos los demás, y que no entiendo qué coño hacen viviendo aquí y no en Sotogrande.

Vecinas parlanchinas que te pillan y no te sueltan por mucha prisa que le digas que llevas y muchas veces que le digas "hasta luego".

Vecinos que siempre olvidan las llaves dentro, tienen que saltar por tu terraza, y te pillan siempre sin sujetador! 

Vecinas que chillan sin parar. Vecinas que no chillan nunca jamás.

El del perro que ladra to la noche.

La de los gatos que se mean en las ruedas de to los coches.

La típica que se pasa la vida pegá a la mirilla, esperando a que alguien salga para salir y darle la paliza con algún tema interesantísimo.

Los que siempre ponen la lavadora a las 2 de la mañana y centrifuga de 3 a 4.

Los que hacen UN agujero con el taladro a las 8 de la mañana del domingo, y una vez despertado todo el vecindario, ni un ruido más.

Los enanos catetos que se creen Pavarotti y se ponen a berrear el sábado a las 8 de la mañana que dan ganas de estrangularlos!!

La pareja gay, en la que uno es serio y trabajador y el otro es una puta loca mantenida, todo el día berreando y dando gritos, que no entiendo qué coño le ha visto el serio a este...

Y los del gatito que salta a mi terraza pa cagar y sacarme la tierra de las macetas...

En fin, lo que viene siendo un vecindario estándar español.


Hay también vecindarios donde desde el dia 1, todas las familias se llevan de maravilla, que parece estén en Melrose Place o en Whisteria Lane. Todos guapos y todas guapas, pudientes, con niños preciosos, coches buenos, y adosados de tres plantas.

Estos arrechuches tienen los días contados. Se pasan la vida unos en casa de otros, otros en casa de unos, mezclando niños, haciendo fiestecillas espontáneas, barbacoas domingueras, juntándose pa ver los partidos, y exaltando la amistad las 24 horas.

Hasta que llega un día en que el buen rollo deja de ser tan bueno, y empiezan los encontronazos y los malentendidos. 

Entonces ya empieza a faltar gente en las fiestas, empiezan a no invitar a tus niños al cumple del de enfrente; la de la esquina ya no te invita a tomar café; el marido de otra ya no viene los domingos a ver el fútbol, porque las mujeres han discutido y ya los maridos no pueden ser amigos; la mujer de uno le hace ojitos al marido de otra, el marido de otra mira el escote de la de más allá... Y se lía la de dios!

Es preferible que te toque un vecindario donde 14 años después no conozcas a nadie...

Todo un mundo esto de los vecinos.




Los hay que tiran las colillas a la terraza del vecino de abajo, y si se lo dices lo niegan, cuando es el único que fuma de to la planta. Los hay que al volver a las tantas de la cena de empresa en navidad, te ven entrando en el garaje y te piden que les invites un gin tonic en tu casa, mientras su mujer y sus hijos duermen en el piso de abajo. Los hay que dejan las bolsas de basura en la puerta por los siglos de los siglos. Los hay que se pasan el día berreando su amor a cualquier hora. También los hay de los que jamás los oyes berrear, pero milagrosamente tienen un hijo. 

Y es que en estas casas de cierto famoso constructor granadino (ahora justamente en la cárcel), se escucha todo de todo. Quieras o no. Venía de extra con el piso. Como traen los coches el Airbag, igual.


Y esas reuniones de la comunidad, que siempre van los mismos, y siempre faltan los mismos, donde después de cuatro horas hablando y peleando, sales igual que llegaste, pero peleá con tres vecinos más que cuatro horas antes... Y un aumento en la cuota mensual. Divino.

Y esos que, aunque bajes las escaleras hora y media después que ellos, el tufo a colonia barata te asfixia irremediablemente??... Foh...

Menos mal que siempre hay, al menos, tres de cada 20 que son normales, o incluso maravillosos!! Como mis dos de enfrente que están pa tó y da gusto verlos. Y la de abajo, que es la que recibe las colillas del de arriba y, aun estando hasta el moño, tiene que ser educada...

Señores, piensen que sus vecinos no tienen ningún interés en saber qué está viendo usted en la tele, qué días libra, o qué música escucha (si se le puede llamar música al reggaetón), o cuántas veces al día es capaz de hacer guarrerismos con su parienta. No.

No tenemos más remedio que vivir apilados cual nichos funerarios, pero eso no quiere decir que nos apetezca saberlo todo sobre los demás.
Por favor, un poco más de civismo, de educación, y de respeto hacia los que están al otro lado de la pared. Peléense a las 3 de la tarde, por favor, no a las 3 de la mañana.
Por cierto, pobreticos los maridos, lo que tienen que aguantarle a algunas... Y luego salen como si fueran la familia perfecta feliz... JA!

Y por favor, si me estás leyendo, guapa, quítate los tacones cuando llegues, que como eres pija y tienes el suelo de tarima, nos despiertas a todos con tanto paseo nocturno, que en tu casa ya no te va a ver nadie, así que mejor te pones las zapatillas cuando entres. No vas a dejar de ser una enana fea estúpida con voz de pito por llevar tacones. Desengáñate ya.


Ah!, y otra petición a la de abajo. Por favor, no te pongas a hacer el puchero a las 9 de la mañana, que dan arcadas de levantarse y oler la espumilla esa que echan los huesos de jamón. Hazlo a media mañana, que sé yo que no trabajas fuera y te pasas las mañanas viendo a Ana Rosa, así que haznos el favor, bonica.

Y a la separá tetona, decirle que no hace falta que cada vez que se traiga a un maromo a casa, dé esos chillíos, que estamos informados puntualmente de todo lo que haces, porque la casá amargá nos lo cuenta por las escaleras con envidia corrosiva.

Y al que deja el BMW encima de la acera, decirle que mi hijo no fué el que le rompió el retrovisor con el balón del Barsa que le traje. Si aparcara como dios manda, quizá tendría el retrovisor vivo.

Y a la dueña de los gatos meones, decirle que si un día se los encuentra fritos, que yo no he sido la que les ha echao veneno de ese que venden en la droguería del pueblo por 7,95 la bolsa, y que huele a rayos.

En fin, que hasta el 2040 tengo que vivir aquí, así que mejor me resigno a lo que me ha tocao. Voy a poner un poquito de Heavy Thrash Metal a volumen 50 y a poner unos cuadros con el taladro, pa darle por culo al reggaetonero de abajo, asustar al gato de al lao y no escuchar los berríos de los del otro lao jijijiji.

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