jueves, 26 de mayo de 2016

Y pasa la vida...

Nos pasamos la vida entera queriendo adelgazar, engordar, ser más altos, tener menos ojeras, el pelo más largo, menos patas de gallo, las rodillas más finas o los brazos menos colganderos...



Todo es una pura carrera hacia lo que deseamos, empleando dietas, cremas, liftings, extensiones, tacones, maquillajes, gimnasios, tratamientos, etc.

O sea, torturándonos a nosotros mismos. Bueno, yo no 🤭. Paso.



No me como esa palmera de chocolate porque engorda. No me río mucho porque me arrugo. Me tiño de rubia porque no quiero ser castaña. Me aliso el pelo porque rizado no me gusta. No me tomo esas tapas porque tienen grasa. Me harto de batidos proteicos para que me salgan músculos. Me pongo pantalones porque mis piernas son feas. Y tacones de 15 cm. para parecer más alta.

Y os habéis preguntado alguna vez ¿¿POR-QUÉ??

¿¿Lo hacemos por nosotros mismos o por LOS DEMÁS??
¿Acaso el tener patas de gallo os impide dormir bien?
O ¿el tener los brazos colganderos hace que te sienten mal los huevos fritos?
O ¿tener la talla 38 es imprescindible para vivir una vida normal y tener familia y amigos? Desde luego, si tus amigos lo son por tu aspecto, qué pena de vida vacía y falsa tienes! Y vaya miiiierda de amigos esos!



Cuando te tumbas en el sofá por la noche, ¿no estás agusto? ¿Acaso necesitas pesar 20 kilos menos, estar perfectamente depilada, o tener la piel como si tuvieras 15 años para sentirte agusto en casa?
Ah, no!, que en casa da igual como estés, de hecho todos vamos vestidos como indigentes, porque es como estamos realmente agusto. Sin ropa ajustada, ni maquillaje, ni tacones, incluso sin sujetador... Y da igual si tienes pelos en las piernas, o se te ve el michelín, porque nadie te ve.

Entonces, de esto se deduce que el empeño por tener mejor aspecto del que tenemos (según los puñeteros cánones), no es algo que hagamos por nosotros mismos, sino por LOS DEMÁS.

No, no es que seamos tan sumamente buenos que queramos privarnos de todo lo que nos gusta sólo para que el vecino al salir de casa vea algo bonito, o tu compañera de trabajo tenga buenas vistas. No.

Exceptuando los casos en los que los kilos no te dejen moverte, las patas de gallo no te dejen ver, o con echarte un tinte seas feliz, todo lo demás lo hacemos sin necesidad. Lo hacemos por LOS DEMÁS.


Somos idiotas. Pero de remate

Nos pasamos la vida NO queriéndonos tal y como somos, porque nos gustaría ser de otra manera. Como la mujer del vecino o como el marido de la vecina. Y no nos paramos a pensar que somos como somos, y que por mucho que hagamos, no vamos a ser como ninguna otra persona más que como nosotros mismos. Por más que nos empeñemos en ocultarlo. Lo único que vamos a conseguir deseando lo que no tenemos, es pasar nuestra vida privándonos y amargados, y el día menos pensado, vas y te mueres.

Quien tiene el pelo lacio, lo quiere rizado. Y viceversa.
Quien tiene las tetas chicas las quiere grandes. Y viceversa.
Quien tiene la piel clara la quiere morena. Y viceversa.
Quien tiene el culo pequeño lo quiere grande. Y viceversa.
Quien tiene los ojos marrones los quiere azules. Y en este caso, el que los tiene azules sí está contento. Eureka!
Como si tuviese algún mérito eso...


Somos muy tontos. Pero mucho.

Cada uno nace con una genética, unas circunstancias y unas características heredadas de sus padres, que por muy adelantada que esté la medicina estética, todo lo que te hagas no serán más que parches. Y se notan. Y quedan mu feos. Y lo sabes.
O las que van enfundadas en un traje del que después no van a poder salir sin usar unas tijeras, y con unos taconazos de vértigo... Esas, muy cómodas no van. Pero eso sí, van divinas de la muerte, pa que disfruten los demás. Qué buena gente son, oye.

Porque pienso yo, que cuando veo a alguien operado, lo primero que se me viene a la cabeza es que esa es una persona insegura y acomplejada, porque para meterse en un quirófano y encima pagar un pastón, es porque el tener la nariz grande o las tetas chicas le supone un problema vital que no la deja vivir tranquila. Y la cuestión, es que después de operarse, esa persona sigue siendo insegura y acomplejada, solo que tiene una nariz perfecta o unas tetas más grandes. Cuando el problema no está en la nariz, sino en el cerebro, y eso, que yo sepa, aún no se puede operar.




Pero oye! que cada cuál es muy libre de recauchutarse como le venga en gana!! Pero el trasfondo de la cuestión es ese. Quieres estar divina/o para que LOS DEMÁS te vean divina/o. No eres capaz de vivir con lo que te ha tocado, no te aceptas, no te quieres, y vives toda tu vida con un monotema en la cabeza. Ser más guap@ y atractiv@. Renegando de lo que te tocó en el reparto divino.

LOS DEMÁS... Sí, esos que te cruzas por la calle, que no te conocen, que no son tus amigos, a los que le importas una mierda (y ellos a ti), y que te ven ninguna, una o dos veces en tu vida y nunca más.

Por esos, vas a y te pasas la vida comiendo muesli en vez de bocadillos de nocilla, te hartas de gimnasio en vez de desayunar molletes mixtos con tus amigas, vives metiendo barriga, poniéndote manga larga en verano, y hasta te operas!!
Porque por tus amigos y la gente que te quiere de verdad, no lo haces. Porque ellos te quieren y te aceptan tal y como eres, por mucho que te sobresalga la barriga de los pantalones.



Porque sé sincero. Si por ti fuera, irías por la vida con la barriga a su amor y respirando hondo, o sea, sin meterla para adentro. Te comerías una hamburguesa cuando te apeteciera. Irías por la vida sin tener que maquillarte, sin tener que pasar horas en el gym para tener más musculitos que los demás, sin gastar fortunas en ropa, echándole sal a la comida, y por supuesto, ¡SIN TACONES!

¡¡No hay nada mejor que ir cómodo por la vida!! Bastante incómoda es ya de por sí.
Sí, como estás en casa, de cualquier manera! Imagina ir por la calle igual de cómodo. ¿Por qué no?

Porque está muy bonito pasear por el centro y ver señoras elegantes, chicos fornidos a la última moda, chicas guapas y bien vestidas. Pero para ello, todo ese escenario requiere un sufrimiento por parte de los paseantes. La calle parece la Fashion Week, pero eso, no es real, y a mí me da más alegría ver a gente que no se preocupa por cómo va, que a esa gente tan sumamente arreglada, porque por dentro llevan la procesión.

Cuando veo gente de esa que, o no tiene complejos o no tiene espejo (o ninguna de las dos cosas), primero me quedo muerta. Si, esa tía de 110 kilos, con una camiseta a rayas horizontales marcando mollas, y unos short con el 75% del culo fuera, y se creerá que va bonica...


Pero inmediatamente después me digo: Olé sus cojones! Dí que sí!, va como le da la gana, se siente guapa y le importa una miiiierda lo que la gente piense de ella! Olé!

Y va más feliz que nadie! Más que tú!

No sé dónde está escrito que haya que cumplir con una estética determinada para ir por las calles, que esté prohibido ver barrigas al viento o canas, carnes colgando o barbas mal recortadas.

Somos idiotas. Y nos amargamos la existencia para salir a la calle como si fuésemos top models en la pasarela de Milán.

Somos personas normales, imperfectas, cada una con sus defectos, complejos, virtudes y traumas. No somos maniquíes ni vivimos de nuestro aspecto, por lo que deberíamos ser más naturales y preocuparnos menos (o mejor nada) de tener una talla para la que nuestro cuerpo no ha nacido.

Aunque respecto a la chica de la foto de arriba, tampoco pasa nada por comprarse la talla correcta, que esa le queda pelín apretadilla...
Pero vamos, que lo digo por salud y comodidad, porque tanto apretamiento no debe ser bueno, pero allá ella!

En Reino Unido por ejemplo, no ves a la gente te tan emperifollá por las calles, a no ser que vayan a algún evento. Lo de las apariencias creo que es una tara más mediterránea.

Hemos nacido con el chip del juzgamiento ajeno, y nos permitimos criticar a todo el que no va como se supone que debe ir. Y nos creemos que nosotros vamos bien, cuando seguro que "los demás" nos critican igual que nosotros criticamos a "los demás". Es una espiral mu tonta.


Vamos a intentar no auto-torturarnos todos tanto. Aceptarnos como somos. Es absurdo pensar que porque has dejado de comer y de respirar, la gente te ve como a una modelo, cuando esa gente que tan poco te importa, te sigue viendo como lo que eres, pero con la cara morada de tanto aguantar la respiración. Absurdo.
A la gente que le den por culo. Tu respira!! y al que no le guste tu michelín, que se mire el suyo primero.

Yo por lo pronto, ya empecé a ponerme lo que me viene en gana, me quede mejor o peor, pero ante todo, a ir cómoda. Bueno, los que me conocéis os echaréis las manos a la cabeza, porque no soy yo precisamente de ir arreglada e incómoda, pero prometo ir menos aún! Agarraos!!

Que la ropa la inventaron porque no se puede ir en bolas por la calle!! Que no hace falta preocuparse tanto por el aspecto exterior!! Que lo de verdad importante, por manido que suene, es el interior!! Que no tiene gracia que seamos todos iguales y perfectos!! Si es que ves pandillas de niñas exactamente iguales, y de niños que parecen clones.
Y que tenemos ya una edad y hace ya mucho calor pa ir tapándose los michelines. Que les den! A los michelines y a los que no les gusten!

Pasarse la vida privándose de todo, sin hacer lo que más le gusta a uno, es contraproducente, y cuando llegas a viejo te importa un pijo tó, y lo que menos te preocupa es si estás gordo o no, porque la mitad de tus órganos vitales ya no funcionan bien, y la otra mitad tampoco. Y entonces es al médico al que le preocupa que estés gordo, y te prohíbe que comas lo poco que todavía te permitías.

Ni caso.

Un poquito más de libertad y de naturalidad por favor! Que al único que le debes importar es a ti mismo!! Dejemos ya de torturarnos para gustarle a los demás!. Con gustarnos a nosotros mismos, es suficiente.


Y mientras nos preocupamos por tonterías, pasa la vida...

•••

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6 comentarios:

  1. Qué razón tienes. ¡Ahora mismo me como un bocata de chorizo! :P

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  2. Sí que la edad es un grado en estos temas, si. Muy buena reflexión.

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  3. Yo ahora estoy a dieta pero por mí y para mí. Porque al cambiar de país cambié de horarios y eso aunque comas sano pasa factura. Pero no estoy sufriendo una tortura por la dieta, ni tampoco hago deporte que no disfrute haciendo. Es importante saber cuidarse sin sufrir, para mi eso es quererse a uno mismo.

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  4. Exacto Aivic.
    Y gracias a todos por comentar ☺️

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  5. Muy bien dicho. Saludos desde Perú.

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